San Vicente de la Barquera es uno de esos lugares que no se olvidan fácilmente. Situado junto al mar, entre humedales y marismas, es un pueblo que parece sacado de una postal. Lo que más llama la atención al llegar es su paisaje, con los Picos de Europa al fondo, el brillo del agua en las rías y un casco histórico que invita a recorrerlo despacio.
No es casualidad que sea uno de los destinos más visitados de Cantabria. Tiene historia, cultura, gastronomía, naturaleza y una ubicación perfecta para recorrer la región. Además, aunque tiene fama turística, es más económico que pueblos vecinos como Comillas, lo que lo convierte en una excelente base para quienes buscan un equilibrio entre comodidad, autenticidad y buen precio.
Tabla de contenido
- Cómo llegar a San Vicente de la Barquera y moverte por la zona
- Qué ver en San Vicente de la Barquera: Lugares imprescindibles
- Playas de San Vicente de la Barquera: Sol, arena y paisajes infinitos
- Dónde comer en San Vicente de la Barquera: Restaurantes para todos los gustos
- Alojamiento en San Vicente de la Barquera: Opciones para todos los bolsillos
- Camping en San Vicente de la Barquera: Naturaleza al 100%
- Preguntas frecuentes sobre San Vicente de la Barquera
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Cómo llegar a San Vicente de la Barquera y moverte por la zona
Llegar a San Vicente de la Barquera es muy sencillo, lo que ha contribuido a su popularidad. Desde Santander, el trayecto por la A-8 no dura más de 45 minutos. Desde el oeste, Oviedo está a poco más de hora y media en coche. También puedes llegar en autobús con líneas regulares desde distintas ciudades del norte.
Si vas en coche, no tendrás problema en moverte por la zona y explorar lugares cercanos como Comillas, Santillana del Mar o incluso subir a los Picos de Europa. El pueblo es fácil de recorrer a pie, y muchos de sus rincones más bonitos están pensados para pasear, como el puente de la Maza, que además de ser un símbolo local, ofrece unas vistas espectaculares al atardecer.
Moverte en bicicleta por la zona también es una opción si te gusta la actividad física y el contacto con la naturaleza.
Qué ver en San Vicente de la Barquera: Lugares imprescindibles
San Vicente de la Barquera es mucho más que un bonito pueblo costero. Su valor patrimonial es notable, y recorrerlo es como abrir un libro de historia entre paisajes de mar y montaña. Cada rincón tiene algo que contar, desde fortificaciones medievales hasta playas urbanas y santuarios legendarios. Aquí tienes una guía con los lugares que no puedes dejar de visitar:
Castillo del Rey

Ubicado en lo más alto de la Puebla Vieja, este castillo del siglo XIII fue construido para defender la villa de posibles ataques marítimos. Desde sus murallas se obtienen vistas privilegiadas de la ría, las marismas y, si el día está despejado, incluso de los Picos de Europa. El interior alberga exposiciones que explican la historia del municipio y la importancia estratégica de esta fortaleza. Su silueta domina el horizonte de San Vicente y es una parada obligada para cualquier visitante.
Iglesia de Santa María de los Ángeles

Esta iglesia gótica del siglo XIII es uno de los templos religiosos más importantes del norte de España. Construida en varias etapas, destaca por su imponente torre, su retablo barroco y su ubicación privilegiada. Desde su mirador puedes contemplar el casco antiguo y el entorno natural que rodea al pueblo. En su interior se encuentra el sepulcro renacentista de Antonio del Corro, figura clave en la historia local.
Además, en la parte trasera de la iglesia se encuentra el Mirador de Nuestra Señora de los Ángeles desde donde podremos ver los maravillosos Picos de Europa en un día despejado y entre ellos el Naranjo de Bulnes o Pico Urriellu.

Torre del Preboste

Situada a la entrada del núcleo medieval, esta torre del siglo XIII fue un punto clave del sistema defensivo de la villa. Servía de control aduanero y vigilancia, regulando el paso entre la Puebla Vieja y la zona extramuros. Aunque su interior no está abierto al público, su presencia imponente forma parte del encanto del paseo por las calles empedradas del casco antiguo.
Palacio de la Familia Corro

Este elegante edificio renacentista del siglo XVI fue mandado construir por Antonio del Corro, inquisidor de Sevilla. Actualmente alberga el Ayuntamiento de San Vicente. Su fachada de sillería y los escudos heráldicos que la decoran muestran el poder que ostentaba esta familia en su época. Es uno de los ejemplos mejor conservados de arquitectura civil en Cantabria.
Hospital de la Concepción

Ubicado en las afueras de la Puebla Vieja, este antiguo hospital del siglo XVI fue creado para acoger peregrinos del Camino de Santiago. Aunque está en ruinas, su estructura aún permite imaginar su función como lugar de acogida. La fachada principal, restaurada, se mantiene en pie como testigo de la hospitalidad de San Vicente en el pasado.
Puebla Vieja

El núcleo antiguo de San Vicente de la Barquera ha sido declarado conjunto histórico-artístico. Sus calles empedradas, las casas de piedra, los balcones floridos y los monumentos que lo salpican crean un ambiente único. Pasear sin prisa por la Puebla Vieja es una de las mejores formas de descubrir el alma del pueblo.
Murallas y puertas medievales

Recorriendo el casco histórico, aún pueden verse tramos de las murallas que protegían la villa en época medieval. Las puertas del Peregrino, del Mar y de la Barrera han sido restauradas y conservan el ambiente de otra época. Caminar por estas zonas es sumergirse en la historia de un pueblo que fue enclave defensivo y comercial clave durante siglos.
Santuario de la Barquera

Ubicado junto al mar, este pequeño santuario alberga la imagen de la Virgen de la Barquera, patrona del municipio. La leyenda cuenta que llegó en una barca sin tripulantes, lo que motivó su devoción y el origen de las fiestas locales. Es un lugar de espiritualidad, pero también de gran belleza natural, rodeado de mar y verdes praderas.
Puente de la Maza

Este monumental puente de piedra tiene más de 600 años y es uno de los iconos del municipio. Antiguamente contaba con 32 arcos, muchos de los cuales aún se conservan. Sirve como vía de acceso al centro del pueblo desde la zona de playas, y es especialmente bonito al atardecer. Caminar sobre él es disfrutar de una de las estampas más características de San Vicente.
Puerto pesquero

El puerto sigue siendo el corazón económico del pueblo. Aquí puedes ver a los pescadores faenando, descargar marisco o reparar sus embarcaciones. También es una zona excelente para probar pescado fresco en los restaurantes cercanos. Es un lugar con vida real, donde el turismo se mezcla con el ritmo diario de la villa marinera.
Faro de Punta de la Silla

Situado en la entrada del puerto, este faro aún cumple funciones de guía marítima. El camino hasta él es corto y muy agradable, bordeando la costa. Desde aquí, las vistas del mar Cantábrico y la costa occidental de Cantabria son inmejorables. Ideal para contemplar el atardecer y desconectar del bullicio.
Centro de Interpretación del Parque Natural de Oyambre

Ubicado en el histórico Faro Punta de la Silla, este centro ofrece una inmersión profunda en los ecosistemas del Parque Natural de Oyambre. La exposición permanente, situada en la antigua vivienda del farero, presenta paneles interpretativos que detallan las unidades paisajísticas y el uso del parque. Además, desde los acantilados de la Punta de la Silla, los visitantes pueden observar aves marinas con el material óptico proporcionado por el centro. El centro también organiza actividades y rutas guiadas, proporcionando información detallada para aprovechar al máximo la visita al entorno natural
Playas de San Vicente de la Barquera: Sol, arena y paisajes infinitos

San Vicente de la Barquera no sería lo mismo sin sus playas. La más famosa es la Playa de Merón, un extenso arenal perfecto para caminar, hacer surf o simplemente tumbarse a escuchar las olas. Tiene bandera azul, lo que garantiza calidad en servicios y limpieza.
Otra muy conocida es la Playa de la Maza, más recogida, ideal para familias y para quienes buscan bañarse con más tranquilidad. En días despejados, el contraste entre la arena dorada y el verde del entorno es una postal natural de primer nivel.
Cerca también se encuentra la Playa del Tostadero, más urbana y muy cómoda si no quieres alejarte demasiado del centro del pueblo. Todas estas playas son accesibles a pie o en bici, y están bien señalizadas.
Además, San Vicente es uno de los mejores puntos del norte para practicar surf. Hay varias escuelas que ofrecen cursos y alquiler de material tanto para novatos como para surfistas experimentados.
Dónde comer en San Vicente de la Barquera: Restaurantes para todos los gustos
Una de las grandes sorpresas de San Vicente es su oferta gastronómica, que se adapta a todos los bolsillos. Desde restaurantes de cocina tradicional hasta bares con menú del día muy económico, hay opciones para todos los gustos.
Los protagonistas, como es lógico, son los productos del mar: el marisco y el pescado fresco son la base de muchos menús. Es fácil encontrar lugares donde probar un buen sorropotún (una especie de marmita marinera), rabas bien hechas o una lubina a la espalda que no se olvida.
Y lo mejor es que la calidad no siempre va asociada a precios altos. Hay muchos sitios donde se come bien por menos de lo que esperas. Esto es de agradecer, sobre todo en comparación con otros pueblos de la zona donde los precios pueden subir bastante.
Si tienes oportunidad, busca restaurantes con terraza junto a la ría: la experiencia de comer viendo el mar es simplemente espectacular.
Alojamiento en San Vicente de la Barquera: Opciones para todos los bolsillos
Aunque San Vicente es un pueblo con bastante fama turística, tiene alojamientos más económicos que otros pueblos como Comillas, por lo que es una buena opción si quieres alojarte por la zona. Puedes encontrar desde hoteles boutique con encanto hasta hostales familiares, pensiones limpias y funcionales, y apartamentos turísticos bien equipados.
También hay bastantes alojamientos rurales en los alrededores, perfectos si buscas un ambiente más tranquilo y rodeado de naturaleza. Estos lugares suelen tener vistas espectaculares y un trato cercano que mejora la experiencia.
En temporada alta conviene reservar con antelación, pero incluso en esos momentos es posible encontrar buena relación calidad-precio.
Camping en San Vicente de la Barquera: Naturaleza al 100%
Para quienes prefieren una experiencia más en contacto con la naturaleza, los campings cerca de San Vicente de la Barquera son una excelente alternativa. Hay varias opciones bien valoradas que, aunque no están junto a la villa, si que están muy cerca de la playa y con servicios completos: parcelas con sombra, bungalows, piscina, restaurante, etc.
Estamos hablando de los campings situados junto a la Playa de Oyambre, que son una forma ideal de disfrutar del entorno sin gastar demasiado y con un ambiente más relajado y familiar.
Preguntas frecuentes sobre San Vicente de la Barquera
La primavera (abril a junio) y principios de otoño (septiembre y octubre) son ideales. El clima es suave, hay menos turistas y puedes disfrutar del entorno con más tranquilidad. Julio y agosto son los meses con más afluencia.
Hay aparcamientos gratuitos en las afueras del centro histórico, como el parking del polideportivo. En temporada alta, conviene llegar temprano para encontrar sitio. También hay zonas de aparcamiento regulado (ORA) cerca de la playa del Tostadero.
Sí, completamente. Las playas son amplias y seguras, el pueblo es tranquilo y hay muchas actividades al aire libre. Además, la oferta gastronómica es variada y suele incluir menús infantiles.
Depende del plan. Si buscas comodidad, hay hoteles y apartamentos céntricos. Para una experiencia más natural, los campings y alojamientos rurales en los alrededores son una excelente opción, especialmente para familias o grupos.
Con 1 o 2 días puedes ver lo esencial: el casco histórico, las playas, el entorno natural y disfrutar de su gastronomía. Si planeas excursiones a pueblos cercanos o hacer rutas por Oyambre o Picos de Europa, considera 4 a 5 días.
El sorropotún (guiso marinero), el marisco fresco, el pescado a la espalda y las rabas (calamares fritos) son imprescindibles. Muchos restaurantes trabajan con producto local de temporada.