Antes de comenzar te dejo un pequeño vídeo resumen del Mirador del Acantilado El Bolao. Apenas dura 3 minutos y medio aproximadamente, pero tiene condensada la información necesaria para disfrutar del lugar. Además, dicen que una imagen vale más que mil palabras y este vídeo tiene muchísimas.
Tabla de contenido
- ¿Dónde está el mirador del acantilado El Bolao?
- Cómo llegar al mirador del acantilado El Bolao y dónde aparcar
- La magia de los acantilados: qué ver en El Bolao
- Recomendaciones para tu visita al mirador del Acantilado El Bolao
- Preguntas Frecuentes
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¿Dónde está el mirador del acantilado El Bolao?
El mirador del acantilado El Bolao se encuentra en la costa occidental de Cantabria, dentro del municipio de Alfoz de Lloredo, entre las localidades de Cóbreces y Toñanes, aunque más cercano a este último. Este rincón natural del norte de España se ha convertido en uno de los paisajes más apreciados y fotografiados por los amantes de la naturaleza y quienes buscan la tranquilidad.
Situado sobre una gran plataforma rocosa, el mirador ofrece unas vistas privilegiadas del mar Cantábrico y de los abruptos acantilados de la zona. Es fácil entender por qué es considerado uno de los mejores puntos panorámicos de la región: la fuerza del mar chocando contra las paredes de roca caliza crea un espectáculo hipnótico y siempre cambiante.

Desde el mirador también se pueden ver las ruinas del antiguo molino del Bolao, así como la formación rocosa conocida como el «indio del Bolao», una silueta tallada por la erosión que muchos visitantes encuentran fascinante. No es una figura esculpida por el hombre, sino una obra caprichosa de la naturaleza que, desde el ángulo adecuado, parece la cara de un indio mirando al horizonte.
Cómo llegar al mirador del acantilado El Bolao y dónde aparcar

Llegar al acantilado El Bolao es relativamente sencillo si vas en coche. La mejor forma es tomar la carretera CA-131 entre Santillana del Mar y Comillas. Desde esa vía, debes desviarte en Cóbreces hacia el norte justo en «Talleres Cóbreces» y seguir recto hacia “El Bolao”.
Desde Cóbreces hay un corto camino asfaltado (aunque algo estrecho) que lleva directamente hasta una explanada de tierra donde puedes dejar el coche. Este es el aparcamiento más cercano y conveniente. Ten en cuenta que, en temporada alta, puede llenarse rápido, ya que el acceso es limitado y no hay estacionamiento asfaltado propiamente dicho. Aun así, si llegas temprano, no deberías tener problemas para aparcar.
Una vez dejas el coche, te espera un breve paseo de menos de cinco minutos hasta el mirador. El camino es accesible, aunque conviene llevar calzado cómodo porque hay zonas irregulares. Si llueve o ha llovido recientemente, el terreno puede volverse resbaladizo.

La magia de los acantilados: qué ver en El Bolao
Visitar El Bolao es mucho más que hacer una foto desde un mirador bonito. El lugar te atrapa. La primera vez que uno se asoma al borde del acantilado, lo que más impacta es el rugido constante del mar chocando con la roca, una sinfonía natural que da paz y, al mismo tiempo, te recuerda la fuerza indomable de la naturaleza.
El mirador está colocado estratégicamente sobre una cornisa de roca con vistas al mar abierto. Desde allí se extiende una visión sin obstáculos del litoral cántabro: prados verdes que terminan abruptamente en verticales paredes calcáreas que se hunden en el océano.

Es el sitio perfecto para:
- Sentarse en silencio y contemplar el paisaje
- Tomarse un respiro de cualquier ruta o viaje
- Escuchar el sonido del mar sin distracciones
- Hacer fotografías épicas

Desde ese punto también se puede distinguir el “perfil del indio”, mirando hacia el oeste. La erosión ha creado una forma que recuerda a la cara de un indígena, con la frente, nariz y barbilla perfectamente delineadas. No todo el mundo lo ve a la primera, pero cuando lo descubres, es difícil dejar de mirarlo.
Además, si te giras hacia el interior, verás cómo los campos verdes y las vaquitas pastando te recuerdan que estás en pleno corazón de la Cantabria más rural.
🧘♀️ Desde mi experiencia personal: El acantilado El Bolao es uno de los lugares más impresionantes de Cantabria. En este lugar nos sentamos en una roca y simplemente dejamos que pasara el tiempo. Nuestra vista se recreó y nuestros cuerpos y mentes descansaron mientras escuchábamos el sonido del mar rompiendo en la roca. Merece mucho la pena acercarse aunque sea solo para sentarse y ver el paisaje.
El molino del Bolao y su pasado industrial

Las ruinas del antiguo molino del Bolao son parte del encanto del lugar. Este molino hidráulico, ya en desuso, aprovechaba el pequeño arroyo que desemboca en el mar justo en ese punto del acantilado para mover sus mecanismos. Aunque no quedan más que paredes maltrechas, ver cómo el agua cae desde lo alto del acantilado en una pequeña cascada natural le añade un elemento de romanticismo al paisaje.
Históricamente, el molino funcionaba gracias al canal artificial que redirigía el arroyo a una balsa, y desde ahí se soltaba para mover las ruedas. Hoy, apenas quedan vestigios de su funcionamiento, pero sí lo suficiente para imaginar cómo era.
⚠️ Advertencia: El acceso a las ruinas es libre, pero no está señalizado ni acondicionado. El terreno es irregular, hay huecos peligrosos y la piedra está erosionada. No se recomienda acercarse demasiado, especialmente con niños o si el terreno está mojado.
El banco del Bolao: una vista de postal

Uno de los elementos más icónicos del lugar es el banco del Bolao, una estructura sencilla de madera colocada sobre el acantilado para disfrutar de las vistas. Desde allí se tiene probablemente la mejor perspectiva panorámica del lugar. No es exagerado decir que es uno de los bancos con mejores vistas de Cantabria.
Tanto es así, que ha aparecido en redes sociales, blogs de viajes, e incluso en propuestas de fotografía profesional de paisajes. El contraste entre el verde del prado, el gris de la roca, el azul del Cantábrico y el blanco de la espuma de las olas conforman una imagen de postal.
📸 Consejo para foto perfecta: ve al atardecer. La luz cálida bañando los acantilados y el mar crea un juego de sombras increíble. Y si vas con alguien, sientaos en el banco y simplemente escuchad el mar: es uno de esos momentos que quedan grabados.
El indio del Bolao: la figura que mira al mar

Un detalle que suele pasar desapercibido para el visitante distraído es la figura del indio del Bolao. No es una estatua ni una escultura, sino una formación rocosa que, desde el ángulo correcto, parece el perfil de un rostro humano, concretamente, el de un jefe indígena.
Este fenómeno visual es conocido como pareidolia, donde el cerebro interpreta formas aleatorias como patrones familiares. En este caso, lo que algunos describen como la frente, nariz prominente, labios y barbilla del indio emergen de la piedra cuando miras hacia el oeste desde el mirador.
🧭 ¿Cómo encontrarlo?
- Mira hacia la izquierda del mirador, en dirección a los acantilados vecinos.
- La forma se aprecia mejor con luz lateral, al amanecer o al atardecer.
Recomendaciones para tu visita al mirador del Acantilado El Bolao
Para disfrutar plenamente de esta experiencia, aquí tienes una lista práctica con recomendaciones reales:
- Calzado adecuado: imprescindible si planeas explorar más allá del mirador.
- Evita los días lluviosos: la zona se vuelve resbaladiza y peligrosa.
- Lleva agua y algo de comida: no hay servicios ni tiendas cerca.
- Cuidado con niños pequeños: no hay vallas de protección en los bordes.
- Ve con tiempo: si quieres ver el molino, el indio y sentarte en el banco, te llevará al menos una hora.
- No dejes basura: ayúdanos a preservar este paraíso.
✨ Pro tip: Si te gusta caminar, hay una pequeña ruta costera que conecta Cóbreces con Toñanes, ideal para una caminata tranquila por los acantilados. El Bolao es uno de los puntos culminantes de este paseo.
Preguntas Frecuentes
Se encuentra en Alfoz de Lloredo, entre Cóbreces y Toñanes, en la costa de Cantabria.
Desde Cóbreces, hay un camino asfaltado hasta una explanada donde puedes aparcar. Desde ahí, son 5 minutos caminando.
Sí, aunque es limitado y de tierra. Recomendamos llegar temprano.
Sí, pero bajo tu responsabilidad. Está en ruinas y no es seguro entrar.
Es una formación rocosa que parece el perfil de un indio, visible desde el mirador mirando hacia la izquierda.
Sí, pero con precaución. No hay vallas de seguridad y los bordes son peligrosos.